martes, 19 de julio de 2011

VIDA

Dicen que la vida es un camino, una carretera que serpentea, sube y baja, tiene sus baches y badenes. Pero no, yo no veo la vida así. La veo como mucho más, no solo como un camino que hay que recorrer sino como un camino por el que avanzo, si, pero avanzo observando lo que hay alrededor: el cielo, el paisaje, las nubes, los mares y los ríos… es un sendero lleno de colores y matices que acompañan. Lleno de puntos a los que tenemos que llegar para descansar antes de continuar porque siempre se avanza, nunca se retrocede.
Hay veces en las que el camino en sí es una línea recta y vemos claramente el punto al que queremos llegar, el camino es llano, sin curvas, sin ningún tipo de dificultad, pero el paisaje es árido, no hay nada, estamos solos y es un trayecto muy largo. Son momentos en los que vislumbramos lo que queremos, a lo que queremos llegar pero nos sentimos solos, el camino se hace complicado, estalla una tormenta que hace que la meta se pierda de vista. En estos casos lo único que se puede hacer es seguir avanzando porque, aunque ya no veamos la meta, en algún momento anterior la hemos visto y sabemos que esta ahí, que si continuamos caminando llegaremos a ella pese a las dificultades. Y me han llamado por teléfono y se me ha ido el hilo… lo siento, tengo que releer…lo recuperé! Qué chorradas mas grandes estoy poniendo.
El caso, después del rollo que he soltado lo que en realidad tenia en mente es que la vida no es solo un camino, sendero, autopista o autovía que hay que recorrer, no es solo eso, hay que saber apreciar el paisaje. No es lo mismo recorrer un camino de cabras por una montaña abrupta que avanzar por la autopista. En la vida no hay distinción, no hay carteles que avisan, se pasa de fácil a difícil, las tempestades, las tormentas y los caminos áridos nos hacen madurar y vuelven nuestras piernas fuertes para que seamos capaces de superar el siguiente tramo difícil. No hay que ir mirándose los pies, hay que avanzar admirándonos de la belleza de la vida porque incluso en los trechos mas complicados hay un paisaje grandioso que contemplar y que comprender.

EL ABURRIMIENTO

Aburrimiento. 1. m. Cansancio, fastidio, tedio, originados generalmente por disgustos o molestias, o por no contar con algo que distraiga y divierta. Real Academia Española.

Buscando en internet he encontrado que el término aburrimiento proviene del latín abhorrere (tener aversión a algo), compuesto por el prefijo ab- (sin) y el verbo horrere (erizarse, estremecerse).

De todos eston significados me quedo con “sin estremecerse” porque cuando estoy aburrida lo estoy porque no hay nada que haga que me estremezca, no hay nada que me afecte, que me interese, que llene el tiempo del que dispongo, del que dispongo porque no es mío. Mirándolo de esta manera resulta muy frustrante estar aburrida y no ser capaz de hacer algo de provecho cuando hay tanto por hacer pero el aburrimiento es como una enfermedad, empieza y tiene que seguir su curso, y aunque intente remediarlo se ha metido tan dentro que nada de lo que intente hacer me saca de él porque el aburrimiento es as grave de lo que parece y puede acabar con lo mejor que tenemos, la vida. Creo que la única forma de disfrutar la vida como se merece es disfrutando de cada segundo, cadi minuto, cada da como lo que son: momentos únicos de los que siempre se puede sacar fruto.
Ahora, del dicho al hecho… creo que voy a tener que ponerme un cartel o nota que me recuerde a cada momento esto porque si no llegará el último día y pensaré ¿qué he hecho con mi vida? No hay que dar tregua al aburrimiento.

Hoy día me parece que este asunto esta muy infravalorado pero, a corto entender, es la causa de muchos de los males actuales ¿por qué? Ahí va la respuesta: nos pasamos el día entero de un lado para otro, sin parar, sin pensar, sin ser nosotros mismos. Cuando llega el momento de silencio, momento en el que no hay nada que hacer, ninguna obligación, ninguna responsabilidad, estamos vacios, “sin estremecernos”, no sabemos qué hacer y ante eso solo encontramos dos soluciones, una, no parar, continuar haciendo cosas aun sin sentido, dos, hundirnos al descubrir que no sabemos nada y no hemos hecho por saber. Ambas soluciones deprimentes, pero hay una tercera solución: no estamos solos en el mundo (¿no? NO!), la solución es acudir a los demás, a aquellos que nos quieren y conocen, de este modo nos conoceremos mas y les conoceremos más porque nos obligamos a ser nosotros mismos en un ambiente relajado, sin obligaciones, con el único objeto de ser felices.

En resumen, el aburrimiento es uno de los peores males que pueden acontecer al ser humano cuya única cura es… darse y conocerse! ¿tiene sentido? No lo sé…solo he escrito lo que he podido traducir de lo que me viene a la cabeza...